lunes, 23 de julio de 2018

PROPUESTAS BUENAS Y MALAS


¿HACIA DÓNDE TRANSFORMAR AL PAÍS?

Por: Romamy Miranda Gutiérrez


Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado.
Albert Einstein


Andrés Manuel López Obrador



LOS GANADORES DE LOS procesos electorales no sólo tienen una responsabilidad frente quienes votaron por ellos, sino también frente a quienes disintieron de ellos.
Se entiende que la fanaticada se quedara trabada en la campaña y siga tirando insultos a diestra y siniestra, viendo enemigos y fraudes por todos lados.


En estos días se han anunciado cambios tan profundos en la administración, en la política y hasta en el futuro de la vida cotidiana de la gente que en algunos casos han generado expectativas, esperanzas.
Pero en otros comienzan a provocar temores fundados cuando se ve un Andrés Manuel López Obrador, montó en cólera por la multa que le impondrán a Morena por el fraude que hicieron con un fideicomiso para supuestamente ayudar a damnificados del sismo. Está todo documentado y evidenciado. La multa será de 197 millones para el partido que fundó y lideró, lo que es poca cosa comparado con los más de mil millones que recibirá el año entrante


Andrés Manuel López Obrador

El que será presidente de México tuiteó: “La multa impuesta por INE a Morena por 197 mdp es una vil venganza. No existe ningún acto inmoral con el fideicomiso a damnificados por el sismo. Nosotros no somos corruptos ni cometimos ilegalidad. Por el contrario, buscan enlodar una acción humanitaria. Acudiremos a tribunales”.



No lo puedo creer, al parecer el señor no se ha dado cuenta que ganó las elecciones de manera espectacular, que en unos meses será presidente de México y que, para tener éxito, aparte de seguir su propio estilo, tendrá que combinarlo con bajarle a los prejuicios y al ánimo pendenciero. Cabe señalar que columnista del diario El Universal, Héctor de Maulón comentó:  que el artículo 41 de la Constitución, la ley anulará las elecciones federales cuando se reciba o utilice recursos de procedencia ilícita en las campañas, Pero bueno, eso no interesa a la sociedad, quizás porque solamente lo dice la Constitución.


Es de preocupar que el pasado se vea bajo el prisma del reproche acrítico y totalizante: que todos los funcionarios son corruptos, que las empresas exitosas lo son gracias a la corrupción, que el país se divide entre buenos y malos y que un cambio en la cúpula política será suficiente para la regeneración nacional

Andrés Manuel López Obrador

El gobierno obradorista se propone cumplir una vieja propuesta de la izquierda mexicana: la de descentralización de las secretarías, sacándolas de la Ciudad de México y enviándolas a diferentes partes de la República. Sin embargo, en la cruda realidad significa movilizar y mudar a decenas de miles de burócratas y sus familias (no a los de confianza, quienes serán echados de sus trabajos a partir del 1 de diciembre) a lugares que podrían no ser de su agrado, con otros climas y otros estilos de vida, además de sufrir el posible rechazo de los habitantes de esas poblaciones.


Eso implica separar familias, abandonar el hogar, dejar amistades, cambiar de escuelas, de amigos. Estamos hablando de seres humanos, no de ganado. Además, las ciudades que serán sede de las secretarías requieren de infraestructura para recibir a los miles de burócratas.

Si éstas son decisiones que si no son revisadas terminarán afectando la vida de la gente y la eficiencia en el funcionamiento del gobierno.

Algo que deberían proponerse los próximos gobernantes aparte de los 50 lineamientos generales para el combate a la corrupción y la aplicación de una política de Austeridad Republicana (así se llama el documento) es un poco de prudencia. Es un listado desordenado, con algunas propuestas meramente enunciativas y con otras que implicarán grandes reformas. Que se pueden calificase en buenas, malas y peores
Andrés Manuel López Obrador

ENTRE LAS BUENAS: “Se limitarán los viáticos al mínimo”; “nadie tendrá guardaespaldas, sólo los encargados de la seguridad”; “no se utilizarán vehículos y otros bienes públicos para asuntos particulares”; “ningún funcionario público podrá ocupar en su domicilio a trabajadores al servicio del Estado…”; “ningún funcionario, sin causa de emergencia, podrá ordenar cerrar calle …”.

ENTRE LAS MALAS: “Se reformará la ley para considerar delitos graves el tráfico de influencia, la corrupción […] las penas no permitirán al inculpado la obtención de la libertad bajo fianza”. Si bien urge disminuir la impunidad, ¿hace sentido eliminar la prisión preventiva para un delito tan ambiguo como el tráfico de influencias? Es fácil acusar de esto a un adversario y mantenerlo en la cárcel un largo tiempo mientras prueba su inocencia.

-  Que la Secretaría de Seguridad Pública absorba al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Tal vez López Obrador no lo sepa, como es costumbre en él cuando no le conviene. Pero Alfonso Durazo sí sabe. El CISEN es mucho más que una oficina de intervención telefónica y espionaje político. Es una institución compleja, con enorme experiencia y capital humano para identificar, investigar, analizar, detectar y en su caso desactivar los riesgos de la seguridad nacional en su amplísima gama de temas y personas

ENTRE LAS PEORES: Habrá Coordinadores Estatales de Programas Federales de Desarrollo en sustitución de las Delegaciones Federales, que a su vez serán coordinados por un empleado del presidente, cuyo nombre es Gabriel García Hernández quien es el Secretario de Organización de Morena. El dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Damián Zepeda afirmó que los coordinadores son “operadores políticos y aunque se pretende presentar esta figura como algo meramente administrativo, la realidad es que serán una autoridad política que reportaría directamente al Presidente de la República”.

Según el ex-militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y colaborador del periódico Excelsior, Ricardo Pascoe Pierce, en un artículo publicado el 23 de febrero del 2015, señala que Gabriel García Hernández, entre sus destrezas con el manejo de fideicomisos como Honestidad Valiente entre 2006 y 2012, lavador de dinero, experto en la designación selectiva de proveedores de obra pública y extorsionador.

Transformar no significa trocar la forma para conservar la esencia. Sino por una verdadera y auténtica transformación, y no una cosmética, que cambie unas prácticas por otras, igualmente nocivas y perversas.

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